miércoles, 28 de julio de 2010

Thaler, Fútbol y Mercados

Duele un poco recordar el Mundial, pero en este caso una analogía entre fútbol y regulación de los mercados por Richard Thaler permite una excepción.
Recordando la falibilidad del árbitro en Inglaterra-Alemania (parece que Argentina-México no lo vio), Thaler sugiere diferentes acercamientos al fenómeno regulatorio en el fútbol y en los mercados financieros.
Se puede o no estar de acuerdo con todas sus conclusiones, pero la lectura es muy recomendable y entretenida.

Sigue el Encaje

A pesar de algunos rumores que muchos habrán escuchado, CFK ratificó la vigencia del encaje para el ingreso de capitales.
Con afirmaciones acerca de que los argentinos nos asustamos fácil, y que hay que eliminar la cultura bimonetaria (que tenemos, valga decirlo, gracias a décadas de políticas económicas desastrosas), se decide mantener una restricción al ingreso de capitales que, como sabemos, captura en su normativa mucho más que "capitales golondrina".
País curioso siempre la Argentina. También ingenuo. Muchos de los efectos "negativos" sobre la negociación de activos "argentinos", se producen igualmente por operaciones en los mercados internacionales. Y no es que los inversores estén haciendo cola para traer plata tampoco.
CFK recomienda un psiquiatra para los que piden eliminar el encaje y se preocupan por la fuga de capitales. Cabe preguntar que profesional debería atender a quien se preocupa por la fuga de capitales pero pone restricciones a su ingreso.

viernes, 2 de julio de 2010

El 82% Móvil

Algo dije ya del sistema jubilatorio, y la conveniencia de derogar alguna parte del art. 14 bis de la Constitución Nacional.
El debate, si cabe el término, sobre la restitución del 82% móvil a los jubilados, me lleva no solo a insistir en ello, sino que -realmente- me causa asco. Coincidir con Aníbal Fernández, hasta me hace dudar de mi condición humana.
Pero veamos, cuando en todos los países "ricos", se trata de no incrementar la bomba previsional (es cierto, las condiciones demográficas no son iguales), nosotros alegremente pretendemos encenderla, simplemente para sacarle al gobierno de turno "caja" para sus "operaciones".
El ropaje del discurso es, por cierto, la equidad con nuestros padres y abuelos, y para eso se pretende comprometer a generaciones futuras (sí, ellas son las que soportarán las jubilaciones) y a la ya empobrecida actual. Claramente, si el número de aportantes no sustenta los números en el mediano y largo plazo (y para algunos ni siquiera en el corto), llegará más presión impositiva o cargas laborales para financiar el sistema previsional.
Que los K se lo merezcan por su eutanasia del régimen de AFJPs, es otra cuestión. Parece que siempre discutimos el corto plazo, y nunca el largo o mediano. Será por eso que no tenemos políticas de estado, y toda cambia cuando cambia un gobierno.
Dios no es argentino (hoy con el partido Uruguay-Ghana quedó claro en que sector del Río de la Plata habita), así que esperar milagros no parece una opción. Lo que parece cada vez más opción es el año que viene votar en blanco...