martes, 20 de abril de 2010

Plata Quemada

No es en este caso la película de Piñeyro, sino la sensación (todo es sensación en Argentina, la inseguridad, la inflación...) de que existe una suerte de fiebre de consumo que, literalmente, quema la plata. Basta ir a los supermercados, que por supuesto siguen la regla básica de que a más demanda, mayor precio.
Electrodomésticos, hasta autos, acompañan una economía que muestra los signos típicos que hemos visto tantas veces cuando las cosas no están bien.
Algunas pensarán, qué bueno, cómo se consume. Pero maximizar el consumo por expectativas inflacionarias, no sólo genera inflación (la demanda agregada supera a la oferta), sino que compromete el futuro al no existir ahorro.
Y para colmo, los signos de atraso cambiario son cada vez más visibles. Los productos de consumo masivo en los supermercados, tienen un implícito más cercano a $ 5 que a $ 4 si se compara con 2001, y en las góndolas florecen los importados (ayer casi me atraganto cuando comí aros de cebolla en casa y me dijeron que eran de EE.UU.).
El gobierno dice que no quiere ajustar, pero la inflación se encarga de ello de la peor manera posible.




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