martes, 6 de abril de 2010

Crédito al Consumo: Mercado e Intervención

Esta nota de NYT relata las "peripecias" de los consumidores endeudados, incluyendo los embargos de sus sueldos, la ausencia de representación legal con la pérdida de juicios que podrian haber terminado de otro modo, cesiones de carteras en mora, incentivos y desincentivos para pedir la propia quiebra...
Podría ser en cualquier lado, incluso en Argentina en otras épocas. Pero no hay "piquetes" frente a los bancos, ni pedidos de moratoria o salvataje estatal, sino la intervención mínima que significa establecer reglas de juego que mantienen su estabilidad a pesar de circunstancias económicas que cambian.
No es fácil, el mercado no hace siempre justicia, y si la hace, hay plazos en los que las cosas se van acomodando y los individuos sufren. Pero la receta opuesta, tantas veces vista en la Argentina, lleva a mercados en los cuales el crédito escasea y/o es caro (el precio, recordemos, es un reflejo de la escasez).
El mercado dista de dar soluciones perfectas, pero a veces las alternativas son simplemente una muestra de "pan para hoy y hambre para mañana". Las deudas de particulares "consumidores" son especialmente tentadoras para las normas de protección ex post, que dan al Estado (en cualquiera de sus tres poderes) la oportunidad de redistribuir riesgos voluntariamente asumidos.
Claro que los financistas conocen el cuento, y se "curan en salud" con tasas más altas o marginación de sectores a los cuales no llegan los canales formales de crédito. ¿Alguna vez nos importará la "competitividad" para otorgar créditos? ¿O sólo es la frase que sirve para explicar devaluaciones que pagamos entre todos para que las exportaciones lleguen a mercados que de otro modo no nos comprarían?

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