sábado, 20 de junio de 2009

El Futuro de la Securitización

Como todos sabemos, la enorme crisis financiera y económica que ya lleva casi dos años, tiene una estrecha relación con el packaging de créditos hipotecarios y su colocación en el mercado, en otras palabras, con el proceso conocido como securitización de activos.
Curiosamente, la diversificación del riesgo que típicamente es una situación valiosa y deseable, resultó también tener sus aspectos negativos, en tanto la desaprensión por la suerte final de los créditos por parte de los prestamistas originales (total, los "vendían" casi de inmediato), mostró una faceta del riesgo moral que pocos habían anticipado.
Las voces críticas sobre la securitización, y su cuasi demonización no deben extrañarnos, considerando los conocidos biases del intelecto humano, entre los que debería preocuparnos particularmente la heurística de la disponibilidad (juzgar la probabilidad de un evento futuro por una ocurrencia reciente), y su variante "cascada" (más gente repite, más se cree).
En la Argentina, ajena al problema de las subprime (no existe un desarrollo importante de la securitización de hipotecas), el affaire Bonesi (del que varias veces me ocupé en Abogados Corporate), si bien modesto en su entidad no ha dejado de generar algunas opiniones críticas sobre el fideicomiso, e indirectamente la securitización de activos.
Más allá de que siempre el marco normativo pueda ser susceptible de alguna mejora, prudencia es la mejor consejera en estos casos, y recordar que la securitización es una herramienta financiera en un sistema complejo, y no el sistema en su totalidad. Las explicaciones simples, muchas veces no son explicaciones. Y la securitización, sigue teniendo las ventajas potenciales que siempre ha tenido, tan empíricamente verificables como las consecuencias de la crisis.
Así, como lo proponen Zywicki y Adamson en un reciente paper sobre las hipotecas subprime, "the subprime bust was not caused exclusively by unscrupulous lenders pushing borrowers to sign unaffordable, but legal, loans. Exuberant borrowers, lenders, and investors nationwide combined to inflate housing prices and members of each group made bad bets on future appreciation. Those bets failed when the housing bubble burst. Such initial boom-andbust cycles are recurrent in American history when new consumer credit products are introduced into the market. Without detailed knowledge of why certain loans went bad, a drastic reshaping of the subprime mortgage market may hurt millions of homeowners who were given credit opportunities through the subprime market. Until more is known about how to balance the costs and benefits of the subprime lending, regulators should tread cautiously in this area".



No hay comentarios:

Publicar un comentario